Aunque el lomo o el bife de chorizo suelen acaparar la atención, el garrón de ternera empieza a ganarse un lugar en las parrillas y en la cocina diaria.
Se trata de un corte que combina sabor intenso, textura tierna y un dorado perfecto al cocinarlo lento, lo que lo convierte en una alternativa ideal para quienes buscan salir de lo tradicional sin gastar de más.
De dónde se obtiene y por qué es tan rendidor
El garrón se obtiene de la parte baja de la pata de la ternera, cerca de la articulación. Su carne, con fibras suaves y poco contenido graso, ofrece una relación ideal entre proteínas y bajo aporte calórico.
A diferencia de otros cortes, no necesita demasiados condimentos: su sabor natural brilla tanto en la parrilla como en guisos, estofados u horno.
Cómo cocinar el garrón para aprovecharlo al máximo
La clave del garrón está en las cocciones lentas y prolongadas a fuego bajo, que permiten lograr un exterior crocante y un interior tierno y jugoso. Puede usarse en:
- Parrilla o asador, como alternativa al vacío o a la tapa de asado.
- Olla o cacerola, en estofados y guisos sabrosos.
- Horno, con vegetales o papas rústicas.
- Versión milanesa, empanado y acompañado de ensaladas o puré.
Precio y descuentos: cómo conseguirlo por $5100
En supermercados y carnicerías de barrio el kilo de garrón ronda los $7850, pero gracias a los descuentos de Cuenta DNI del Banco Provincia, una vez al mes puede comprarse a tan solo $5100. Es decir, una rebaja de casi $2800 que lo convierte en un corte premium accesible para todos los bolsillos.
Por qué elegir garrón de ternera
- Más económico que el lomo y otros cortes "de lujo".
- Bajo en grasa y alto en proteínas.
- Versátil: sirve para parrilla, horno, olla o fritura.
- Textura tierna y sabor intenso.
El garrón de ternera deja de ser un corte "olvidado" para transformarse en un nuevo clásico de la cocina argentina, ideal para quienes buscan sabor, calidad y precio.